Era un auténtico disparate obligarles a llevar la misma contabilidad y las formalidades que las empresas. Está bien que haya controles tributarios, incluso a la menor escala posible, aunque es mejor a la mayor; pero esto era un auténtico despropósito para asociaciones de madres y padres de alumnos (AMPA), asociaciones de vecinos y muchas otras entidades de menor dimensión, como clubs que agrupan a personas con determinadas aficiones.
Hacienda pretende dejar clara ahora la exención general por debajo de los 50.000 euros para evitar alarmas. La intención era hacerlo en el nuevo reglamento del impuesto de sociedades, pero el revuelo provocado por la obligación de presentar declaración y, por tanto, la necesidad de llevar las cuentas como una empresa, ha llevado a la Administración a plantearse introducir este cambio a la ley del impuesto de sociedades a través de un próximo real decreto o normativa que pueda aprobarse con celeridad y con efectos desde el pasado 1 de enero.
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